Por fin veremos el fin

Por FIN veremos el FIN. Hasta nunca Marketing Digital (en redes sociales).

Es Enero 2024, no sé quién es tendencia hoy en redes sociales, pero seguro para Marzo ya nadie se va a acordar. Igual que no recuerdo ni un poquito lo que pasaba en febrero de 2023, cuando menos no en mi timeline. 

Uso tiktok, instagram, aún facebook, linkedin y a veces X. Aún público una que otra cosa y sigo creyendo que son un punto de conexión, es más, estoy segura que he podido ver la fórmula *no tan mágica* para ser influencer. He estado siguiendo muy de cerca varias cuentas que nacieron con perseverancia. Les tomó mínimo un año, casi a todas dos, consolidarse en tiktok y lograr que sus videos tocaran los 6 dígitos en las reproducciones. Mucha, mucha constancia. Es eso, solamente. Sin embargo, no público con esa perseverancia y constancia. He optado por desprenderme un poquito del mundo digital, en lo que respecta a mi marca personal.

Podría caóticamente enlistar las razones y tragedias por las que ya no creo en el marketing por redes sociales, pero me conformo con decir que ya el contenido no importa, la pauta se esfuma demasiado rápido y las vistas sirven, como en algún momento sirvieron los likes: de ego. Solamente. No podemos hablar de campañas sólidas y redituables con influencers y al mismo tiempo, nos sorprende cómo cualquier cosa puede volverse una gran ola de mismas opiniones. ¿Subjetivo entonces? no. Impulsivo sí.

Me acaban de preguntar si supe del cambio en tiktok a los videos horizontales de 30 min., no, no sé y honestamente, hoy no me interesa saber. Aquí me toca dar un poquito de contexto, por ahí del 2017, era yo, considerada como una de los 50 Social Media Giants de Latinoamérica. Era y no seré más. Vi cómo muchos de la lista siguieron creciendo y de ser mercadólogos ahora se dedican a darte la clave de la riqueza infalible en videos. Vi también, como muchos otros desaparecieron, de la noche a la mañana. Y vi surgir muchos, muchísimos más. Un mundo de gigantes. Al principio me daba pánico. Estaban haciendo más y mejores cosas que yo en internet y se iban poniendo de moda. Seguirles el paso era muy complicado, yo no quería. 

Vi a Anas, Nancys, Manueles, Josés y Pedros convertirse en los amos y señores del instagram. Luego vino tiktok y se volvieron esclavos de los ahora amos y señores de la nueva plataforma. Viví el cambio radical de Twitter y el comercio ilimitado de palomitas azules. Lo que antes costaba mucho esfuerzo, hoy por ocho dólares te pertenecía. 

Campañas y campañas. Influencers, celebridades y descubrimientos. Los mercadólogos buscábamos armar el rompecabezas y, aunque muy bien entendíamos, que el marketing es un proceso de engranajes y piezas, que para resultar, deben saberse combinar. La operación de marcas en redes sociales parecía no dejar de cambiar. Nunca. 

Mientras peleábamos por un espacio en el tiempo de entretenimiento de los usuarios, marcas iban y venían. Y los únicos que a mi parecer estaban haciendo dinero en serio, eran (son) los retailers. Sobre todo los chinos. Una app nueva, que es la misma pero con otro nombre y otro logo. La inteligencia artificial al servicio de Amazon. Mientras tanto, los demás tiraban esfuerzos al aire esperando que alguno pegara, y lo malo era eso, que uno que otro sí pegaba. Eso nos hacía comenzar nuevamente el círculo por la búsqueda del santo grial del algoritmo. 

En este momento tan pesimista de la lectura, podría empezar a decirte que nada de eso sirve ya. Podría convencerte de que tengo la solución infalible a todos tus problemas comerciales. Qué más quisiera, que decirte que cierres las cuentas de redes de tu negocio y corras a tu community manager. Aún si el CM fuera yo. Pero todavía no puedo. Cuando menos hoy no.

Hoy las redes sociales siguen funcionando, pero única y exclusivamente como medio de comunicación. Ya está, no hay más. Medio de comunicación como el canal de las estrellas, donde por ocho horas de telenovelas, veíamos 1.5 hrs de anuncios. Nos enterábamos así de qué producto o marca existían. Eso es todo. Un medio de comunicación que a los consumidores nos sirve de entretenimiento y a los empresarios y emprendedores de perifoneo. Ya vamos llegando a Pénjamo (dicho cultural mexicano que no sé de dónde salió). Preparen sus libretitas para tomar nota, sus agendas para muchos desayunos con sus clientes y sus ideas de activaciones BTL (fuera de digital). Estamos muy a punto de regresar a lo básico. Algo que siempre pasa cuando la sobresaturación impera.

Bueno, y no me puedo ir de aquí diciéndote cuántos no, sin decirte alguno que otro sí: Contrata gente, punto. Empieza a buscar quién va a hacer las veces de humano entre tanta máquina, quién va a enviar los correos a conciencia, a hacer las llamadas con conocimiento (del cliente, no del producto), cuántos eventos para hacer match tendrás en el año. Atención, invitar a tus clientes frecuentes a un mercadito el fin de semana, también cuenta como evento para hacer match. Hoy, hoy, hoy, cualquier contacto humano suma. 

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